
Las teorías
cognitivas se centran en el estudio de la estructura y desarrollo de los
procesos del pensamiento, especialmente cómo afecta esto a la comprensión de la
persona sobre su entorno. De todas las teorías cognitivas una de las más
populares es la que se extrae de la obra de Jean Piaget.
Piaget suponía que los
niños a cada edad tienen capacidad para resolver determinadas cuestiones y
problemas. Comenzó estudiando los errores de los niños. Piaget
se dio cuenta de que los niños con las misma edad cometían los mismos errores y
él por lo tanto establece una secuencia evolutiva en el proceso cognitivo.
Las
estructuras cognitivas cambian en el tiempo, configurando etapas del
desarrollo. Para que aquellas estructuras configuren una etapa, deben guardar
un orden temporal invariable, sin importar demasiado la edad en que cada una de
ellas se presenta, pero sí que se integren naturalmente en las posteriores.
Estas
etapas se desarrollan en un orden fijo en todos los niños, y en todos los
países. No obstante, la edad puede variar ligeramente de un niño a otro. Las
etapas son las siguientes:
Primer
periodo, 0 a 2 años
En
este periodo el niño utiliza sus sentidos y capacidades motoras para conocer
los objetos y el mundo (ve que es lo que puede hacer con las cosas). Aprende a
lo que se llama la permanencia del objeto.
Esta
etapa tiene lugar entre el nacimiento y los dos años de edad, conforme los
niños comienzan a entender la información que perciben sus sentidos y su
capacidad de interactuar con el mundo. Durante esta etapa, los niños aprenden a
manipular objetos, aunque no pueden entender la permanencia de estos objetos si
no están dentro del alcance de sus sentidos. Es decir, una vez que un objeto
desaparece de la vista del niño o niña, no puede entender que todavía existe
ese objeto (o persona). Por este motivo les resulta tan atrayente y sorprendente
el juego al que muchos adultos juegan con sus hijos, consistente en esconder su
cara tras un objeto, como un cojín, y luego volver a “aparecer”. Es un juego
que contribuye, además, a que aprendan la permanencia del objeto, que es uno de
los mayores logros de esta etapa: la capacidad de entender que estos objetos
continúan existiendo aunque no pueda verlos. Esto incluye la capacidad para
entender que cuando la madre sale de la habitación, regresará, lo cual aumenta
su sensación de seguridad. Esta capacidad suelen adquirirla hacia el final de
esta etapa y representa la habilidad para mantener una imagen mental del objeto
(o persona) sin percibirlo.